Cómo Poner la Pasta Térmica en tu CPU y GPU: Guía Completa de Tipos y Cuándo Cambiarla en 2025

El calor es el archienemigo de tu PC. Si tu ordenador se calienta demasiado, su rendimiento baja y su vida útil se acorta. La pasta térmica es ese pequeño gran secreto que permite a tu CPU y GPU mantenerse frescos. ¿Sabes cuándo y cómo cambiarla? En esta guía, te convertirás en un experto en el arte de aplicar la pasta térmica.

¿Qué Es la Pasta Térmica y Por Qué es Esencial?
La pasta térmica rellena las microscópicas imperfecciones entre la superficie metálica de tu CPU o GPU y el disipador. Sin ella, el aire quedaría atrapado, reduciendo drásticamente la eficiencia de la transferencia de calor. Esto puede provocar sobrecalentamiento, disminución del rendimiento (thermal throttling) y reducir la vida útil de tu hardware.

Tipos de Pasta Térmica en 2025: ¿Cuál Elegir?

  • Pasta de Silicona: Básica, barata y no conductora. Ideal para equipos de oficina o uso ligero.
  • Cerámica u Óxido Metálico: Las más comunes para gaming. Buen equilibrio entre rendimiento, precio y seguridad.
  • Carbono: Alta conductividad térmica, segura y duradera. Gran opción para usuarios exigentes.
  • Metal Líquido: Máximo rendimiento, pero conductora y corrosiva. Solo para usuarios avanzados con experiencia.

¿Cuándo es el Momento de Cambiar la Pasta Térmica?

  • Temperaturas elevadas: Si ves temperaturas por encima de 80-90°C con frecuencia.
  • Rendimiento reducido: Caídas de FPS o lentitud inexplicable.
  • Ventiladores ruidosos: Si giran a máxima velocidad sin razón aparente.
  • Frecuencia recomendada: Cada 2-3 años, o antes en PCs de alto rendimiento. Siempre que retires el disipador, debes cambiar la pasta.

Guía Paso a Paso: Cómo Aplicar la Pasta Térmica (CPU y GPU)
1º Paso: Materiales necesarios

  • Pasta térmica de calidad
  • Alcohol isopropílico (mínimo 90%)
  • Paños sin pelusa o toallitas especiales
  • Destornilladores adecuados
  • (Opcional) Guantes antiestáticos

2º Paso: Prepara tu PC

  • Apaga y desconecta el equipo.
  • Descarga tu cuerpo de electricidad estática.
  • Abre la torre del PC para acceder a CPU o GPU.

3º Paso: Retira el disipador

  • Desconecta el ventilador del disipador.
  • Desatornilla el disipador siguiendo patrón cruzado.
  • Si está pegado, gíralo ligeramente y luego retíralo con cuidado.

4º Paso: Limpieza

  • Usa un paño con alcohol para limpiar la CPU y la base del disipador.
  • Asegúrate de que no quede ningún residuo de pasta antigua.

5º Paso: Aplicación de la nueva pasta térmica

  • Método del punto (Pea Method): Una gota del tamaño de un guisante en el centro.
  • Método de la línea: Útil para CPUs alargadas, como las Intel de gama alta.
  • No extiendas la pasta con el dedo; la presión del disipador se encargará de distribuirla.
  • En GPU, aplica un punto o línea sobre el chip. No retires pads térmicos salvo que vayas a reemplazarlos.

6º Paso: Instala el disipador

  • Coloca el disipador con precisión sobre la CPU.
  • Atornilla de forma cruzada, aplicando presión uniforme.
  • Reconecta el cable del ventilador.

7º Paso: Cierre y comprobación

  • Cierra el PC, conéctalo y enciéndelo.
  • Usa programas como HWMonitor o HWiNFO para comprobar que las temperaturas estén dentro de los valores normales.

Errores Comunes a Evitar

  • No limpiar la pasta antigua.
  • Usar alcohol no apto o con baja pureza.
  • Poner demasiada o muy poca pasta.
  • Tocar la CPU o disipador con los dedos.
  • Olvidarse de reconectar el ventilador.

Conclusión
Cambiar la pasta térmica es un mantenimiento sencillo que marca una gran diferencia en el rendimiento y la salud de tu PC. Con esta guía, ya tienes el conocimiento necesario para hacerlo tú mismo de forma segura y efectiva.

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